TROPECIENTAS HORAS CON NARCISO

Mis queridos lectores, allá va, que va, que va. En verdadera primicia.

El diecisiete, sábado-sabadete, coincidiendo con la romería Salón de la Ciudad - Barrio Romareda, Radio- Nazional-Oregón, la de todos, emitirá un pograma que marcará un hito en la historia de las ondas mundiales. Tropecientas horas y media de emisión sin pausa, sin tregua, en las que Narciso y sus monaguillos henderán el aire en todas direcciones del espacio.

El FIN más que loable: "Conseguir, de la afición del Real Zaragoza, cinco kilos de euros para salvar al Club del exterminio al que le ha sometido un soriano malandrín", de cuyo nombre no puedo acordarme.

La cosa se trata de montar una intangible y etérea mesa petitoria en la que tendrá cabida casi de todo. Mientras le cascamos al 789 456 123 podremos deleitarnos con:

•  Entrevistas de rabiosas actualidad a salvapatrias, bocachanclas, mascachapas y charrines habituales, los chachi-chichi pirulis del zaragocismo local. Ellos nos asombrarán con nuevas teorías procedentes de sus pajas mentales surgidas en largas noches de insomnio.

• Nos incluirán Saltos de Charcos Oceánicos para que los GRANDES nos recuerden lo enormes que fuimos y profundicemos en lo miserables que semos ahora. ¡Qué emocionante!.

• No faltarán Retransmisiones en Directo, amenizadas de consabidos chistecillos y  frases tuiteras, saladas y graciosas como la vida misma.

 Ojo al dato, se incluyen, faltaría más, retazos de la final-finalísima Culés vs Colchoneros.

• Y el Momento Estelar. En Prime Time dominical, se procederá a la rifa de los pololos-verdes de andre-si-llo; los marianos-azulones de fray-lucas, el del pasito adelante; los bombachos-amarillentos del propio narci; el suspensorio-atigrado del trucho; el slip-irisado-en-zigzag del historias-para-no-jiñar; el tanga-botella del aceituno; el mini-bóxer-grisaceo del santi-a-guin; los pompones rosas del zumbao; los baberos-sábana, a óvalos- triangulares, de zipi & zape... y un sin fin de patucos de todo tamaño, formas y colores, aportados por los jóvenes acólitos y allegados.

Oséase, a groso modo y recapitulando: RIFA BENÉFICA de colección de joyas fassión. Prêt-à-porter de lujosas marcas, en asunto taparrabos  y demás, donadas, gentilmente, por lo más IN del entorno del contorno.

Por la irrisoria cantidad de diez esemeses, a cinco euretes la tira, pueden ser nuestras. Decorar la habitación con esas prendas, enmarcadas en rectángulos plásticos del Ikea, bien merece la pena. ¿Hay que abstenerse de un par de jarras ambarinas y otro par de canutillos de yerbaluisa?. Pues nos sacrificamos.  ¿Nos lo vamos a perder?.

Venga, vamos, que esos pulgares echen chispas sobre los miniteclados.

Alé, alé, que SÍ -SE- PUEDE.

Con el contador señalando los cinco milloncetes requeridos y soñados, se producirá el APOTEOSIS FINAL. El narci, envalentonado a tope, nos modulará - endilgará eso de  goooooooooooooooool, gol-gol-gol,  goooooooooool, gol-gol-gol goooooooooooooooool.....

¡Qué grande soy!., se apostillará.

Goooooooooooooooool, gol-gol-goooooooooool, gol-gol-gol-gol-gooooooooooool, goooooooooooooooool.....

Pero qué voz tengo, se coreará.

Goooooooooooooooool, gol-gol-goooooooooool, gol-gol-gol-gol-gooooooooooool, goooooooooooooooool... gooo-ol... goo-ol....go-ol...go...o.

Hasta que estallen las cuerdas.

El desgañitamiento final puede durar media hora o tropecientas más. No obstante, merece la pena sostener, con la chorrada y pingorote que haga falta, al Narci y su pléyade de discípulos en esta gran aventura.

No hay bien que por bien no venga. Lograr cinco milloncejos para salvar al Real Zaragoza, así, en etérea mesa petitoria, no está al alcance de cualquiera, solo de los elegidos por el altísimo. Estos, solo estos, han obtenido esa gracia, ese pedigrí celestial.

¡Suertudos son!.

Mil loas a la original ocurrencia. Bueno, o dos mil, o cinco mil. Más da, puestos en aro, generoso hay que ser.  Asistamos, pues, jubilosos al evento tropeciento. "Todo- por -la -patria", como suelo decir.